martes, 27 de mayo de 2014

De pie y con tacos

Desde hace ya 11 años, tengo la oportunidad de participar del Campamento Sin Paredes, el cual está dirigido a personas con diversidad funcional física y cuentan con un gran ejército de personas que están en la disposición de ayudarnos, compartir y hacer de este fin de semana uno de alegrías y experiencias gratas e inolvidables.

El sábado se me ofreció la oportunidad de utilizar una silla de ruedas que te permite ponerte de pie. Los que me conocen saben que “mejor muerta que sencilla” por lo cual quise utilizar la silla pero cuando tuviera mis tacos puestos. Porque tenía que utilizarla como me gusta estar la mayoría del tiempo “entaca”.

Tengo la dicha aún de que cuando me transfieren mantenerme por poco tiempo de pie, pero no derecha. Esta silla me brindó la oportunidad de sentir y ver lo alta que soy, de sentirme grande, de no tener que subir mi cuello para mirar a alguien y sobretodo de sentir gran parte de mi cuerpo en mis pies y con mis tacos.


     
                  Preparandome a mi y a la silla                        Casi lista para irme a dar una vuelta                                               

   Nos fuimos                                                    Con Yamir

Algunos de mis acompañantes en esta experiencia

Tomarle una foto a mis tacos sin que las rodillas interfieran... Maravilloso!

Vivimos una vida donde no nos percatamos de lo bendecidos que somos, no nos damos cuenta de lo maravilloso que es caminar, mirar a alguien directamente a los ojos y sentirte de pie. Valoremos y percatémonos de las pequeñas cosas que podemos disfrutar, eso nos hace más fuertes, más sensibles y nos enriquece como personas.

Gracias a Carlos Martínez por no ser un simple vendedor de sillas de ruedas. Nos brindas el tiempo, motivación y sobre todo comprendes que tenemos miedos a experimentar cosas que hace mucho no experimentamos.  Gracias a las personas que estuvieron presente en la madrugada apoyándome en esta gran experiencia.


Solo me falta pegarme en la lotería para poderme comprar la silla que cuesta más de $45,000 dólares y la guagua accesible que cuesta aproximadamente $40,000 dólares… unos pequeños detalles.  

Que viva la asistencia tecnológica que nos brinda experiencias olvidadas y nos brinda calidad de vida. 



PD: Tengo un look diferente, porque era mi atuendo para la noche con tema Futuro en el Campamento.