miércoles, 16 de abril de 2014

... Y por qué acompañado/a

Frecuentemente he ido a lugares sola, como por ejemplo a agencias de gobierno, para realizar diferentes gestiones de mi vida y que podría decir que de la vida de cualquier persona en Puerto Rico de mi edad. En la mayoría de las ocasiones no he tenido situaciones. Salvo en las ocasiones que en los lugares no cuentan con puertas que no requieran mollero para abrirlas, mostradores muy altos que ni me ven, oficinas angostas que casi no pueda entrar, entre otras barreras arquitectónicas que nos encontramos frecuentemente y que aún me pregunto cómo en el 2014 siguen existiendo, con tantas leyes a "favor de nuestros derechos". 

Luego de sobrepasar las miles de barreras arquitectónicas, logró hacer mis gestiones, pero frecuentemente las personas que me atienden, me hacen alguna de las siguientes preguntas: ¿Estás acompañada? ¿¡Andas sola!? Mi respuesta varia según el caso... Pero luego de escuchar esta dichosa pregunta en varias ocasiones y por diferentes personas... Me pregunto yo: ¿Por qué rayos me preguntán si estoy acompañada? Si esa no es parte de las preguntas que forman parte del servicio que me vas a brindar. Además como bien me dijo en una ocasión mi madre "es que a ti no te van a operar, para que ellos te preguntes si estás acompañada". 

Ciertamente la sociedad aún nos continúa viendo como niños/as que tenemos que estar acompañados/as, que dependemos siempre de otros/as. Que si vas sola a algún lugar, si eres bastante independiente, si te expresas adecuadamente eso es algo... WUAO, digno de admirar. 

Simplemente somos seres humanos como cualquier otro, con cualidades y características diversas. Que vamos a hacer gestiones como cualquier otra persona...   



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